Crystalised.

¿No lo ves? 

Tenía fé ciega en el brillo de algunas estrellas muertas.

Creía haber tomado ya las suficientes malas decisiones como para no poder limpiar jamás el nombre que tanto le había costado ensuciar. 

Llevaba esa canción a cuestas 

como un himno de guerra contra sí misma

y los tambores resonaban demasiado lejos

y demasiado cerca. 

Sabía todo lo que hacía falta saber sobre problemas mundanos que nunca saldrían en las noticias, y se rompía en dos potencias opuestas y perfectamente simétricas cuando parpadeaba rítmicamente el azul neón de la estrella polar que guardaba cerca de su almohada. 

Y ahora cada noche buscaba al monstruo

debajo de la cama equivocada

porque no había nada que le diese más miedo

que al mirar debajo de la suya

no hubiese nada. 

Lanzar los dados.

"If you're going to try, go all the way.

There is not other feeling like that. 

You will be alone with the gods and the nights will flame with fire."

Corre, chico listo.

Y recuérdame.

Taxidermia para amantes.

Nunca dije que fuese un gran problema, pero Dios sabe que no era uno pequeño. 

Lo que creo es que a veces no es tanto la intensidad del terremoto, o el alcance del volcán, o los tiburones que pueda arrastrar un tornado. A veces no es tanto lo triste que pueda ser septiembre ni la puntería del tío que tiene la pistola, si no lo bonitas que son algunas canciones todos los días del año. Creo que a veces es más la dirección en la que corres que el rastro de polvo que dejan tus pasos. 

Lo que digo es que a veces la única lección importante que debes saber es que las glorias caducan, 

pero una leyenda nunca muere. 

Colour my life with the chaos of trouble.

No está mejor que yo, su búnker siempre ha sido peor que el mío, tiene al enemigo dentro. En la misma guerra no todos mueren al mismo tiempo.

Y como dijo Nancy Sinatra 

mejor que nadie:

Bang bang.

Born to die.

Por rompernos la voz con esa canción que nos ha dado más alegrías que muchas buenas noticias
y la boquita contra algo más duro que la pena
y la cara con quien merezca la gloria.
Y como dijo un capullo que conocí una vez:

"Salud 

y a morir".

Salud y a Morir.

En sus sueños tenía los pezones pequeños y Dios se los lamía. Luego era una ola y chocaba contra todos los capullos que habían formado un fuerte, una y otra vez, y por una vez no era ella la que acababa mojada. Después de recomponerse gota a gota se deslizaba hacia un vaso congelado y sentía miedo, miedo por no tener los grados suficientes. Cruzaba los dedos y solo quería que la chica de labios rojos se emborrachase lo suficiente como para echarle la culpa de todo a la mañana siguiente. Luego era la almohada de Bob Dylan y se daba cuenta de que hasta las estrellas que más brillan tienen caspa y se limpian el culo con el mismo papel que el resto de la gente, para mal o para bien.
Por las mañanas despertaba creyendo un poco menos en las cosas que se solía creer.

Ni Chaikovsky podría haberlo hecho mejor.

Bajaste al lago

Decapitaste a los cisnes 

Hundiste la cabeza

Abriste bien la boca. 

. 

Lo que sé.

Él me dirigía mejor que Robert Rodríguez

y yo siempre estaba

Abierta hasta el Amanecer.

Uso y Abuso.

Voy a hacerme un collar con todas las perlitas que sueltas por la boca cuando se te pone mejor y más dura que el mármol con el que se hicieron las principales esculturas de la historia del arte

aunque personalmente
creo que Miguel Ángel necesitaría un par de consejos míos sobre qué hacer con semejante materia prima.

Voy a hacerme un collar
para que cuando me silbes
todo el mundo sepa que si algo voy
es muy perra.

Felaciones y Falacias.

Puede que no lo diga muy a menudo,
pero me sé absolutamente capaz de protagonizar cualquier tratado sobre la desidia.

Los buenos dramas siempre acaban plasmados sobre papel, y cualquier que no sepa apreciar la fuerza estética de la muerte causada por la sobredosis de un buen puñado de pastillas no tendrá ni puta idea de lo que quiero decir.
Igual que casi todos los buenos momentos empiezan cuando
introduzco el dedo de juzgar en cualquier cosa, aunque yo también tengo mi rincón favorito.
Sé de sobra que he llorado mínimo el doble de veces al sur de la frontera que por debajo del flequillo. Por eso a veces las cosas malas no están tan mal.
Las personas creen que el oro es bonito simplemente porque no te cuesta menos de un minuto ante cualquier película porno conseguirlo.
Y esa es más o menos la esencia de casi todo.